El pasado sábado 18 de mayo, se materializó la ayuda de nuestros estudiantes a la Fundación Cristo de la Noche en la comuna de Renca, en la cual, durante una semana el curso III Medio B se organizó para realizar donaciones de alimentos no perecibles y frazadas a personas en situación de calle.
Los estudiantes, junto al Profesor de Educación Física André Verdugo y un grupo de apoderados, realizaron una ruta para entregar personalmente las donaciones, en diferentes sectores de la comuna de Renca y sus alrededores, acompañados de los representantes de la Fundación y otras integrantes (rehabilitadas de situación de calle), que hoy en día están en condiciones para volver a salir a la calle y brindar ayuda a otras personas.
El grupo no sólo brindó ayuda material, sino también un mensaje de esperanza y solidaridad: “La experiencia fue súper buena, debemos hacer éstas salidas más seguido, ya que es una oportunidad para empatizar con gente en situación de calle, lo que nos entrega una bonita enseñanza a la hora de reflexionar“, explicó el estudiante Arturo Moreno de III Medio B.
Durante el recorrido, los alumnos tuvieron la oportunidad de compartir y escuchar las historias de vida de las personas que recibieron la ayuda: “Oír las experiencias de superación y ver a los que lograron salir adelante fue inspirador, al igual que ayudar a las personas. Logramos sentir empatía y valorar la importancia de ayudar a la gente que más lo necesita“, comentó Beatriz Serrano de III Medio B.
Los apoderados que acompañaron a los estudiantes también expresaron su satisfacción por esta actividad solidaria: “Muy linda experiencia, todos quedamos muy tocados por la labor que estas personas realizan, y el estado de abandono en que están muchas de las personas, sufriendo el frio, hambre y ahora la lluvia. El recorrido es bastante seguro, van todo el tiempo con los chalecos de la institución y todos en la comuna saben que es para ayudar, hermosa iniciativa y ojalá se puedan sumar más personas y hacerlo de manera permanente“, explicó Gonzalo Serrano apoderado de Beatriz Serrano, a raíz de la experiencia enriquecedora que vivió su hija junto a sus compañeros.
Esta actividad solidaria no sólo permitió ayudar a quienes más lo necesitan, sino que también enseñó valores de empatía, responsabilidad y compromiso social a los estudiantes del Colegio Nuestra Señora de Loreto, quienes interactuaron con calidez y generosidad viviendo una experiencia realmente conmovedora.
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